El Bloqueo, ese desconocido...

Al menos para mí era un total desconocido, porque aparte de planchar un poco (y con muchíííííííísimo cuidado) las cosas que tejía, nunca había intentado eso del bloqueo. Al terminar el Lavalette hace un par de días, pensé en dejarlo tal cual, pero al estirarlo un poco con las manos vi que quedaría mucho mejor si me tomaba el tiempo de bloquearlo, y me puse manos a la obra.

No me voy a poner a hacer una explicación extensa de los procesos de bloqueado porque Miss Psicodelia hizo un post fantástico en Labores en Red, así que si queréis saber más, mejor que lo consultéis aquí.

El sitio escogido para realizar la labor?? mi cama, era inevitable, porque he pedido que me regalen las piezas del suelo en las pasadas Navidades y en mi cumpleaños, pero no ha habido manera. Se que la cama no es la superficie más recomendable, por si no se ha secado a la hora de dormir, pero como era un tejido muy fino, y es verano, decidí arriesgarme. Como ahora en verano no le pongo sábana superior, simplemente retiré la bajera y encontré un espacio fantástico para trabajar.

Lo primero que hice fue meter el chal en un barreño con agua y un chorrito de detergente para ropa oscura. Le di un par de pasadas hasta que estuvo bien remojado y lo dejé 10 minutos, luego le cambié el agua 2 veces hasta que vi que ya no salía nada de jabón. Le quité el exceso de agua en el barreño, para que no empapara (apretándolo un poco, sin retorcer) y luego me ayudé de una toalla para quitar el resto.

Ya en este momento me di cuenta de que el cambio iba a ser grande, porque el poco peso que le había dado el agua había abierto muchísimo los agujeros del calado y era un chal casi completamente diferente. En la siguiente foto vais a ver el punto de partida a nivel calado.

Como veis el calado no se aprecia muy bien, salvo en la parte del borde, que aunque no se vea mucho en la foto, se retorcía hacia dentro (tuve que hacer grandes esfuerzos para que saliera algo).

Con paciencia y mucho cuidado fui colocando todos los alfileres alrededor del chal, intentando estirar lo justo para que no se deformaran los bordes.

En mitad del proceso

Tuve que corregir varias veces, porque era la primera vez que lo hacía y algunos trozos no me quedaron bien del todo al principio, pero luego fue genial.

Aquí está ya completamente pinchado, podéis apreciar claramente la diferencia entre el antes y el después.

Detalle del calado

Anoche cuando volví a casa del trabajo le quité todos los alfileres. Ha quedado precioso, grande, muy ligero y muy abierto, y ha ido directo a la maleta de camino a Budapest y Praga (que he leído que va a hacer fresco). Me ha encantado el resultado del bloqueo, así que me voy a ir yo solita a comprarme mis piezas de gomaespuma y a partir de ahora todo todito va a ir bloqueado. Si no lo habéis hecho hasta ahora, probadlo, os va a encantar.

Sobre el chal, es un Lavalette, tiene un patrón facilísimo y como veis, luce mucho. La lana que he usado es Tosca Light, de Lang Yarns, y se la compré a Eloisa en una reunión de Madrid Knits, pero tiene una tienda online, Mi tienda de Lanas, en la que podéis comprar esta y otras tantas preciosidades. La verdad es que en cuanto vi esta lana en su maleta la asocié inmediatamente con este patrón, y la verdad es que no me ha decepcionado, estoy muy contenta con el resultado.

Me quedan 3 días para las vacaciones, YUJU!!!

Un beso enorme a todos!!